OBESIDAD

Es la enfermedad crónica más frecuente, denominada epidemia mundial. 800 millones de personas en el mundo tienen obesidad.

DEFINICIÓN
Es una enfermedad metabólica crónica, caracterizada por acumulación excesiva de grasa en el organismo, y se produce como consecuencia de un desbalance entre el consumo y gasto enérgico (mayor consumo calórico).

EPIDEMIOLOGÍA
La región de las Américas tiene la prevalencia más alta, con 63 % de los adultos con sobrepeso u obesidad.

En nuestro país, 3 de cada 10 adultos entre 25 y 64 años es obeso y 4 de 10 tiene sobrepeso. En los jóvenes entre 15 a 24 años, 1 de 10 es obeso y 3 de 10 tiene sobrepeso.
La epidemia no es ajena a los niños y adolescentes, entre los 5 a 19 años, 34 % están afectados por sobrepeso u obesidad.

¿CUALES SON LAS CAUSAS? La principal causa o etiología de la obesidad o sobrepeso es la primaria o exógena (> 95 % de los casos). Esto hace referencia al aumento del consumo exógeno de alimentos ultraprocesados, alto contenido calórico en grasas saturadas, grasas trans o azucares refinados, sumado al bajo consumo de frutas y verduras y a la baja o nula actividad física (sedentarismo). Por el contrario, < 5 % corresponde a causas secundarias o endógenas, las más frecuentes asociadas a fármacos como los glucocorticoides crónicos y algunos psicofármacos; endocrinopatías como enfermedad de Cushing; sindromes genéticos, entre otros. La etiopatogenia es multifactorial, existen factores genéticos, ambientales (son los que más pesan hoy en día), perinatales (prematuros o macrosómicos) y psicológicos (depresión-ansiedad). Respecto a la predisposición genética, esta descrito que si ambos padres son obesos, la descendencia tiene un 80 % de probabilidad de ser obeso; mientras que si uno de los padres es obeso, hay un 50 % de probabilidad de serlo.

CUADRO CLÍNICO Y DIAGNÓSTICO

La obesidad conlleva numerosos síntomas o signos, lo que denominamos repercusiones de la misma. Las más frecuentes son:

  • Gastritis (reflujo)
  • Litiasis vesicular (cálculos)
  • Artrosis de rodilla y/o columna
  • Hernias, hemorroides
  • Apnea del sueño (roncador habitual)
  • Diabetes mellitus o pre diabetes
  • Dislipemia (trigliceridos y/o colesterol LDL elevados, colesterol HDL bajo)
  • Hipertensión arterial
  • Hiperuricemia

El diagnóstico de obesidad lo realizamos con una medida antropométrica denominada índice de masa corporal (IMC), el cuál se calcula peso/talla2. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la clasificamos de la siguiente manera:

Se debe tener en cuenta que en personas con alta composición muscular como por ejemplo fisicoculturistas o jugadores de rugby, esta medida no sería la más adecuada.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO? La primera y mejor medida terapéutica es un cambio en el estilo de vida, con alimentación saludable y actividad física periódica, acompañado de mantenimiento en el tiempo. Se aconseja un descenso de peso progresivo entre 5-7 % del peso corporal total o descender 500 a 800 calorias diarias.

Desafortundamente, lo más dificil no es la pérdida de peso sino mantener el cambio de conducta alimentaria en el tiempo, por lo que no debemos utilizar la palabra “dieta”, ya que la misma tendría un “fin” y no es lo que buscamos en esta enfermedad.

En el mundo se han descrito múltiples tipos de “dietas”, todas ayudan al descenso de peso pero sin embargo, las que más se recomiendan son las bajas en carbohidratos o la mediterranea. La OMS recomienda a todas las personas independientemente de que sean obesas, consumir 15-20 % de proteínas; 30 % de grasas (evitando las trans), y 50 % de carbohidratos (evitando azucares refinados). Se aconsejan diariamente 3 a 5 porciones de futas y verduras, agua 2 litros y 2 a 3 porciones de lácteos (de preferencia descremados).

Respecto a la actividad física, la OMS recomienda 150 minutos por semana fraccionado en 3 a 5 veces (aeróbico y anaeróbico).

Por último, existen otros tratamientos complementarios como fármacos (orlistat, liraglutide, semaglutide) y/o cirugía bariátrica. Se relizan en personas seleccionadas y cuando han pasado 3 a 6 meses con hábitos saludables y no logran una pérdida de peso significativa.

SEGUIMIENTO
Para lograr un estilo de vida saludable y constante en el tiempo, es primordial un seguimiento estrecho con nutricionista, endocrinólogo, psicólogo y si es necesario deportólogo.

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